Sentir es permitir. Dejar que algo nos atraviese sin necesidad de entenderlo del todo. Es darle espacio al cuerpo para reaccionar sin juicio, para ser vulnerable sin tener que explicarse.
Sentir es permitir. Dejar que algo nos atraviese sin necesidad de entenderlo del todo. Es darle espacio al cuerpo para reaccionar sin juicio, para ser vulnerable sin tener que explicarse.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.
A veces, sentir es incómodo. Pero es real. Y por eso tiene valor. Nos recuerda que estamos vivos, que las cosas nos importan, que hay algo dentro que aún responde.