Sin peso

Volar es imaginar que no hay peso. Es permitir que la mente o el cuerpo se escapen por un segundo de la lógica, del deber, del suelo. Es ese momento en que lo real se mezcla con lo que podría ser.

Volar es imaginar que no hay peso. Es permitir que la mente o el cuerpo se escapen por un segundo de la lógica, del deber, del suelo. Es ese momento en que lo real se mezcla con lo que podría ser.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

VOLAR

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

Sin peso

Volar es imaginar que no hay peso. Es permitir que la mente o el cuerpo se escapen por un segundo de la lógica, del deber, del suelo. Es ese momento en que lo real se mezcla con lo que podría ser.

Es soltar. Aflojar lo que aprieta, lo que cansa, lo que obliga. Es renunciar a la necesidad de controlar cada detalle y confiar en que el aire también sostiene.

VOLAR

Quien vuela regresa distinto. Con otra mirada, con más ligereza, con ganas de respirar más hondo. Volar transforma incluso cuando es breve.

¿Y SI EL PRIMER PASO FUERA PARAR?

¿Y SI EL PRIMER PASO FUERA PARAR?

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.

En un mundo que no deja de moverse, detenerse parece casi un acto rebelde. Pero tal vez ahí está la clave.